miércoles, 2 de julio de 2014

¿Deben los niños hacer deberes en verano?

Es aconsejable que de lunes a viernes dediquen algo de tiempo por las tardes a la lectura y a juegos que estimulen sus cabezas

El fin de curso se acerca y con él el inicio de una época en la que losniños tienen mucho tiempo libre. Campamentos de verano, actividades extraescolares, cursos de idiomas, deportes… son algunas de las opciones para que estén entretenidos y aprendan cosas nuevas pero, ¿dónde queda el estudio? ¿Es recomendable que los escolares hagan deberesen verano?
«No se trata de realizar un estudio sistemático de las distintas materias, no tendría sentido estaría fuera de contexto intentarlo. Hay muchos modos de seguir aprendiendo y enriqueciendo a los futuros miembros de la sociedad», afirma Rosa Peris, profesora de los grados en Maestro de Educación Infantil y Educación Primaria de UNIR. En su opinión, el verano es «un momento óptimo para realizar actividades enriquecedoras distintas a las del curso académico, suponen un enriquecimiento personal».
Pero tampoco es conveniente que los estudiantes desconecten totalmente del colegio en vacaciones. «Lo recomendable sería tener un cierto hábito de trabajo. La desconexión total del trabajo mental no es buena. Me decantaría por la lectura y juegos que estimulen sus cabezas y muevan sus cuerpos» apunta.
En cuanto al tiempo que los niños y adolescentes deben destinar al aprendizaje en verano dependerá de las edades, pero es aconsejable que de lunes a viernes dediquen algo de tiempo por las tardes, después de comer. «Pero sin olvidar que el aprendizajes es también hacer deportes, excursiones, conocer la naturaleza, relacionarse con personas distintas, hacer planes con sus padres, etc», señala Peris.
Las tareas, además, tiene que estar personalizas para cada niño y es el equipo de profesores que le han dado clase durante el curso quienes tienen que proponer y decidir ese plan personal de trabajo veraniego. «Los libros generales de actividades no aportan tanto como un plan adaptado a cada chaval», advierte Peris.
Para que no vean estas tareas como un castigo, los padres pueden optar por los cursos de verano que combinan deportes, juegos, idiomas, lectura creativa, talleres de música, plástica, etc